Planificar, comunicar y gestionar.
BIM es una metodología que gestiona la información asociada a un proyecto, en las distintas fases del mismo, durante todo su ciclo de vida.
La información dentro de los modelos es lo central y prioritario y es en definitiva, lo nuevo y desafiante dentro de la metodología, en contraposición con la metodología tradicional que se basaba en documentación y la información quedaba segmentada y relegada a cada actor involucrado, según la fase del proyecto.

Es por esto, que los tres conceptos que se plantean en este artículo, tienen que ver con la información asociada al proyecto, dentro de un modelo tridimensional.
Es imprescindible entonces, generar una metodología ordenada, estructurada y estandarizada que gestione la información y la comunique de forma correcta. A su vez, este proceso deberá ser adecuadamente planificado en el tiempo para que se implemente y desarrolle de forma adecuada sin generar falsas expectativas. Pensando en un proceso de implementación gradual y progresivo.
Gestionar la información dentro del modelo BIM
Gestionar la información se vincula con la forma en que la misma se ingresa, se analiza y se transmite dentro del modelo. De esta forma, se podrá analizar y extraer información de forma correcta tanto dentro del equipo de trabajo en una empresa, como de forma externa, con los distintos actores involucrados dentro de un proyecto.
Como la información sea ingresada dentro del modelo, determinará los procesos de análisis y documentación. En la medida en que la información esté correctamente ingresada, los procesos de visualización y análisis de la información serán más ágiles.
Es fundamental modelar como se construye. Esto condicionará que el modelo pueda pasar a la fase siguiente y que los actores involucrados en la fase siguiente puedan utilizar ese modelo de forma correcta.
Para esto es necesario definir el objetivo y los usos dentro del modelo BIM. En consecuencia, esto determinará como ingreso la información dentro del modelo así como que tipo de información ingresaré.
Es deseable que quien realiza el modelo se plantee como un objetivo en sí mismo, transmitir el modelo a la fase siguiente trabajando de forma colaborativa, no solo puertas adentro, dentro del equipo interno de la empresa. Es decir, plantearse objetivos pensando en incluir la transferencia del modelo a la etapa siguiente.
Comunicar el modelo BIM
Como mencionaba anteriormente, no alcanza con trabajar con el modelo puertas adentro si no lo puedo transmitir a la fase siguiente del proyecto, si ese modelo no es capaz de llegar del estudio de arquitectura a la obra.
El trabajo colaborativo es el desafío que nos plantea la metodología BIM pero también el máximo beneficio. Entre las distintas partes involucradas en el proyecto se deberá acordar el funcionamiento, extracción de la información y análisis del modelo.
En este sentido, es necesario hablar un lenguaje común, definir un estándar de intercambio de la información.
Las demás industrias trabajan con prototipos que agilizan los procesos, es necesario pensar también para la industria de la construcción, en realizar esta documentación como prototipos o estándares que funcionen como un lenguaje común y agilicen los procesos.
Todos estos procesos quedarán documentados por escrito, con el objetivo que quede especificado cada paso y no existan dudas ni malas interpretaciones al momento del intercambio de la información.
La documentación facilitará el intercambio de información de forma externa, con los otros actores involucrados en el proyecto como de forma interna, dentro del equipo de trabajo de cada empresa.
Contar con documentación detallando el paso a paso de cada proceso en cada etapa del proyecto habilitará una comunicación fluida dentro del equipo de trabajo, ordenando y estructurando la información pero además haciendo más ágiles los procesos de trabajo.
Los problemas más comunes en la actualidad que generan ineficiencias en la industria de la construcción tienen que ver con falta de información o información incongruente que se resuelve en obra o por modelos as built que no se corresponden con la realidad. BIM obliga a resolver estos problemas, estructurando y organizando los procesos de trabajo con el objetivo de optimizar las comunicaciones.
Planificación de la metodología BIM
Vimos que es necesario entonces, establecer una metodología de desarrollo del proyecto de forma ordenada y estructurada.
En la planificación se identificarán las etapas de implantación, la metodología a seguir para este proceso, y los recursos humanos y materiales necesarios. Durante esta etapa, también se define y ajusta el programa de actividades, se estiman los costos de implantación, así como los riesgos, o se determina la metodología de evaluación del éxito de la implantación, entre otras cuestiones.
Cada empresa desarrollará sus procesos específicos, adaptados a los recursos con los que cuenta y a sus intereses como empresa. Estos procesos serán confeccionados de forma distinta para empresas de grande o mediano porte que para empresas pequeñas o unipersonales.
Dentro de la metodología, no solo abordar las comunicaciones sino la documentación que se gestionará, recibirá y desarrollará.
Documentos internos como manuales de buenas prácticas de modelado y verificación de modelos sino documentación externa que expresa los requerimientos del cliente (EIR, según la normativa internacional ISO 19650) y el BEP, documento en el cual la empresa contratada expresa el alcance de su trabajo, el funcionamiento del modelo y las responsabilidades de las partes involucradas.
En conclusión, la metodología BIM vino para quedarse y para obligarnos a ser más productivos. A ordenar, estructurar y hacer más eficientes los procesos de trabajo, comunicando y desarrollando la información asociada al proyecto de forma correcta para el beneficio del colectivo involucrado en el proyecto.
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